Desde el 28 de diciembre del 2019 Puerto Rico ha sufrido más de 2,000 movimientos telúricos, a causa de una ;secuencia sísmica. Este fenómeno consiste en un evento sísmico principal, precedido o seguido de una serie de réplicas de menor magnitud.

El lunes 6 de enero del 2020, Puerto Rico fue sacudido por un terremoto de 5,8 y al día siguiente, martes 7 de enero se registró el movimiento más fuerte hasta el momento, de una magnitud de 6,4, fue sentido en toda la isla.

Su epicentro se localizó al sur de Puerto Rico, a una profundidad de 10 km, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Horas después, le siguió una réplica de 6.0.

Los daños reportados fueron en estructuras como viviendas, carreteras, escuelas, agencias municipales, estatales y privadas.  Unas 346 personas se quedaron sin casa.

De acuerdo con datos del gobierno, más de 8.000 personas tuvieron que acudir a refugios, en tanto otro número no determinado se vio obligado a dormir en carpas en las calles, los patios o espacios abiertos creando campamentos comunitarios por temor a las réplicas.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) emitió una alerta naranja para las pérdidas económicas que registró Puerto Rico a causa de estos desastres.

Las autoridades puertorriqueñas estiman los costos de las pérdidas y daños entre US$100 millones y US$1.000 millones.